Nutrir la estima: el land art de Estopiñán del Castillo (Huesca) que no ha pasado desapercibido para Condé Nast Traveler - Enjoy Zaragoza
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Nutrir la estima: el land art de Estopiñán del Castillo (Huesca) que no ha pasado desapercibido para Condé Nast Traveler

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Nutrir la estima es la espectacular obra del artista Jorge Rodríguez-Gerada situada en el municipio de Estopiñán del Castillo (Huesca)

El llamado land art es una corriente del arte contemporáneo que consiste en utilizar los materiales que todos podemos encontrar en la naturaleza para así crear una obra que entrelaza la arquitectura, la escultura y los propios paisajes. Es el caso de Nutrir la estima, un land art situado en Estopiñán del Castillo (Huesca).

¿Y cómo es que el artista cubano ha realizado su obra en el municipio de la Ribagorza? Tal  y como explica Isabel Navarro en el artículo publicado en Condé Nast Traveler, la Fundación Crisálida de Huesca, que se dedica a la integración de personas con discapacidad intelectual, fue la encargada de pedir el encargo al famoso artista cubano, reconocido entre muchas cosas por sus murales, Jorge Rodríguez-Gerada.

 

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Desde el suelo no se puede apreciar la belleza de esta obra, solo si consiguiésemos alzar el vuelo como un pájaro podríamos darnos cuenta de que Nutrir la estima representa un par de manos (una mano infantil y otra adulta) que están a punto de unirse.

El artista entiende las manos como herramientas que facilitan y sustentan la vida, son el símbolo del poder creador, del equilibrio entre el dar y el tomar y de todo aquello que podemos manifestar a través de la acción y del trabajo, tal y como se explica en el artículo de Condé Nast Traveler. Por ese motivo, Rodríguez-Gerada hace un homenaje al trabajo que desempeñan los miembros de Fundación Crisálida que se dedican a amasar con sus propias manos el pan, cocas, magdalenas e incluso galletas. Además quiere poner en valor el aporte individual al bien de la comunidad y demostrar todo de lo que somos capaces de lograr cuando nos juntamos.



Nutrir la estima es una obra efímera por su propia naturaleza (ya que sus “pigmentos vivos» son los colores de la maduración del trigo y la turba), y está en constante transformación. Su fin llegará en octubre, cuando se recoja el trigo, y se convierta en harina por los miembros de la Fundación Crisálida.

Dentro de unos meses podremos disfrutar del proceso de metamorfosis de la obra ya que será grabada en vídeo y fotografiada.



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