Hablamos con Enrique Torguet, Director de Comunicación, Relaciones Institucionales y E.S.G de Cervezas Ambar, para saber más sobre este referente cultural aragonés
En el año 1900, fruto de la inspirada idea de un grupo de amigos para dar una salida a la abundante y excelente cebada de Aragón, se fundaba, en el barrio zaragozano de San José, La Zaragozana, una fábrica de cervezas de altísima calidad. Por aquel entonces se denominó Fábrica de Cerveza, Malta y Hielo, 120 años más tarde, la fábrica de La Zaragozana es uno de los últimos resquicios del patrimonio industrial aragonés.
Cervezas Ambar es un referente de Zaragoza y Aragón, y una marca de cerveza histórica de nuestro país por ese motivo hoy entrevistamos a Enrique Torguet, actual Director de Comunicación, Relaciones Institucionales y E.S.G de Cervezas Ambar, para hablar sobre el legado, packaging, y futuro de estos pequeños cerveceros.
P. ¿Sois “Cerveceros Independientes”? ¿Puede explicar a nuestros seguidores de Enjoy Zaragoza qué quiere decir esto?
R. Somos independientes desde hace 120 años. Ser independiente también guarda relación con el tamaño, de hecho ahora decimos que somos “Pequeños cerveceros” y el tamaño importa. Importan no tanto por las ideas, creatividad o cerveza que produces, sino por las decisiones que puedes tomar. Poder tomarlas desde la flexibilidad, pensar más en las personas y menos en los mercados, en el grado de profundidad e identificación con lo que haces, comprar ingredientes y hacerlos a tu manera… Por ejemplo, en Ambar molemos el lúpulo antes de su proceso de elaboración, esto es una manera única de hacerlo. O como hemos entendido la innovación, pensando en la gente que no puede consumir, como por ejemplo los celiacos o quien no puede tomar azúcar. Damos oportunidades de consumo. Es afrontar con una mirada diferente tu quehacer diario.
Somos “pequeños cerveceros” en relación a los grandes monstruos que nos rodean, ya que para nosotros el referente más cercano es cuatro veces más grande.
P. ¿Cómo se lleva (y se consigue) ser la cerveza referente en Aragón y uno de los grandes del sector?
R. Ser de un lugar normalmente no tiene mucho significado en el sector del gran consumo, pero debería tenerlo. En el caso de las cervezas, específicamente sí que guarda un papel muy importante por varias razones. La primera es el propio producto. El producto en sí mismo envejece mal, viaja mal… “Cuanto más cercano y a pie de fábrica mejor”. Aunque esto está solventado porque tenemos métodos para conservar la cerveza… Pero sin lugar a dudas el estar cerca es un atributo positivo hacia el producto.
Luego hay una parte clara con tu entorno de elaboración, en Aragón, y Zaragoza concretamente, podemos decir que somos unas de las pocas ciudades españolas y Comunidades Autónomas que tienen su cerveza propia. Esto crea cierto significado de pertenencia. Ambar, la zaragozana como empresa, tiene una identificación como algo propio. El que es nacido aquí forma parte de su cultura, es patrimonio de todos. En ese sentido la marca ha conseguido ponerse detrás de algo que socialmente quiere la gente y deja de ser algo meramente comercial, pasa a ser algo de todos. Cuando la gente viene a visitar la fábrica solemos decir que están en su casa porque llevamos 120 años entrando en las casa de un montón de gente. Y que los aragoneses nos hayan permitido eso da un grado de confianza tremenda.
P. Habéis cambiado recientemente el diseño, ¿por qué? ¿Cómo ha sido el proceso de cambiar la imagen?
R. Los cambios de identidad en el packaging van acompañándonos a lo largo de los 120 años. Desde las primeras etiquetas que se pegaban de manera artesanal hasta los momentos en los que hubo escasez de materia prima por la Guerra Civil y hubo que hacer serigrafía en la botella. Que esto ahora es muy moderno pero entonces era por la escasez de materia prima.
La etiqueta actual cambia manteniendo algo fundamental para la identidad de las marcas: los colores. El banco, rojo y dorado se mantienen. Se da mayor importancia al icono, al triángulo. Muchos nos preguntan sobre su significado y puede haber varios: puede ser desde las tres provincias de Aragón, o los 3 elementos básicos de la elaboración de la cerveza. Un triángulo que nos identifica y al que se le da mayor valor y presencia en la etiqueta ahora. Hemos actualizado el packaging pensando en nuestra sociedad del siglo XXI. Adaptado a lo que todos estamos pidiendo: que sea respetuoso con el medio ambiente.
P. ¿Por qué el rojo? Antiguamente la etiqueta era azul, amarilla…
R. Hay que cambiar e innovar, pero en nuestro caso esto sería un error porque todos buscamos referencias que permanezcan en el tiempo. Las marcas se construyen con iconografías que te van armando. La parte visual hay que hacerla reconocible. Los colores expresan fortalezas y el rojo es pasión, fuerza. En una cerveza con cuerpo, como la nuestra, buscamos esa fortaleza.
En cambio en la cerveza sin alcohol, que salió en el año 1976, decidimos que fuese azul. Y marcamos un hito porque desde entonces todos han empleado el azul como referencia de la categoría. El verde hace referencia al frescor, el naranja es para las empresas que trabajan con personas… Cada color expresa una idea distinta.
P. Ambar siempre está presente en los grandes y pequeños eventos que se celebran en Aragón.
R. Somos el primer patrocinador privado de Aragón. Y lo hacemos pensando en que cualquier cosa que acontece en aquí nos afecta en positivo y queremos ser cómplices. No somos una obra social, ONG, lo hacemos con voluntad de estar y participar. Estamos generando riqueza cuando generamos empleo, lo estamos cuando hacemos que otros puedan vender nuestras cervezas en sus establecimientos, y hablamos de más de 8000 establecimientos en Aragón… Y con nuestra parte estamos reinvirtiéndolos también en la participación como patrocinadores de todos estos eventos.
Cuando patrocinamos las Fiestas del Pilar nuestra vocación es hacer las fiestas más famosas todavía, y más gratuitas porque nosotros aportamos dinero para ello. Cuando patrocinamos el Real Zaragoza, campeonatos de deporte hasta festivales como el Vive Latino, Pirineo Sur o Fiz lo hacemos para la gente de toda clase y condición, porque estamos hablando de un producto transversal, popular, democrático, y fuera de cualquier ideología o que puedan acceder con mayor determinación a eventos que tal vez no pasarían en la ciudad si nosotros no estuviéramos, o sí (ríe). Pero buscamos que vaya más gente. Lo hacemos siempre de buen agrado y buscamos el seguir viviendo en complicidad con la sociedad.
P. Para la Expo 2008 lanzasteis el cartel «Vienes por el agua. Volverás por la cerveza”, 14 años más tarde colgáis en la Estación de Delicias una pancarta enorme con motivo del Festival Vive Latino… La creatividad sale de aquí, de Zaragoza.
R. Hay un tono de marca que intentas mantener. La manera de hablar a tu gente… Y el tono siempre ha sido ese, el de participar en lo que acontece, la Expo 2008, todos los años reinterpretamos el cartel de de las Fiestas del Pilar, estar presentes en el Festival Vive Latino…
P. ¿Tenéis alguna acción pensada para navidad que nos puedas desvelar?
R. (Risas) Próximamente, este mes de noviembre, sacaremos la nueva Ambiciosa. No puedo adelantar mucho pero yo creo que en línea de lo que hemos hablado, a la gente le va a agradar porque es reivindicar lo próximo. Es un demostrativo de que aquí tenemos historia e historias y un buen hacer. Lo hemos concentrado en un líquido, que va en una botella, y con la que la gente se va a sentir muy identificada. Cuando la gente beba un sorbo de esta nueva cerveza se estará tomando un sorbito de Aragón.
P. En qué sitio internacional te encantaría ver una cerveza Ambar
R. Actualmente estamos en plena expansión y queremos ganar presencia en Madrid Barcelona y Valencia. También queremos que la posición que tenemos en Zaragoza crezca. Estamos ya en todas las provincias, pero queremos más presencia en las capitales.
Como curiosidad, hemos estado en cosas tan raras… Recuerdo que hace mucho años, en una entrevista sobre gastronomía de Radio Zaragoza, llevamos al Director Genera de Ambar de por aquel entonces y le preguntaron algo del estilo a «¿Pero cómo puede ser que no vendáis Ambar en mi pueblo (un pueblo de Teruel) y que venga un amigo mio australiano y que en el desierto sí que estéis vendiendo?”. O hace unos años, recibimos una carta de Jose María Conget, un zaragozano que fue durante mucho tiempo Director del Instituto Cervantes en Nueva York, comentándonos que en varios establecimientos de Manhattan había podido pedir y beberse una cerveza Ambar. Pero respondiendo a tu pregunta, nos gustaría tener más presencia en las capitales.
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