La presa hidráulica de Almonacid de la Cuba, que cuenta con 34 metros de altura, es uno de los restos romanos más espectaculares de Aragón
Texto de Armando Cerra – Imagen principal de Turismo de Aragón
¿Sabías que la presa hidráulica del Imperio Romano más alta de cuantas se han conservado en el mundo está aquí? Sí, en Aragón, en la provincia de Zaragoza, en la localidad de Almonacid de la Cuba, situada a menos de una hora de la capital de la comunidad autónoma. Uno de esos tesoros con los que os sorprenderá una visita por la Comarca Campo de Belchite.
De los romanos tenemos casi cualquier tipo de vestigio en la provincia zaragozana. En la capital disponemos de los restos del Foro o de Teatro, ambos reconvertidos en museos. Pero fuera de la gran ciudad también existen importantes yacimientos como la colonia Lepida Celsa en Velilla de Ebro, un mausoleo como el de Fabara o una villa de recreo con importantes mosaicos como La Malena en Azuara, que también está en la Comarca de Campo de Belchite.
Y a todo eso se le suma la espectacular presa en Almonacid de la Cuba, la cual goza de un carácter excepcional. Tiene 34 metros de altura para contener el cauce del río Aguasvivas. Pero, además, se desarrolla a lo largo de una longitud de 120 metros y abarca hasta otros 27 metros de anchura. Es la única de las tres presas romanas que había en este río que ha resistido el paso de los siglos. Y ella, por sí sola, era capaz de retener hasta 6 hectómetros cúbicos de agua.
¡Una maravilla con 2.000 años de historia! Ya que se construiría en el primer siglo de nuestra era, a caballo de los gobiernos imperiales de Augusto y Tiberio. Una infraestructura que, desde sus comienzos, se concibió como un importante embalse de aguas para regar el entorno, para lo cual también se estableció un elaborado sistema de acueductos y acequias, el cual se ha perdido con el paso del tiempo.
La propia presa quedó abandonada cuando el Imperio Romano dejó de ser importante en esta parte del mundo. Y poco a poco se fue colmatando lo que antaño era fuente de vida. Por suerte, cuando se establecieron los musulmanes en la zona, ellos fueron los encargados de recuperar su función hidráulica. La transformaron en azud, la misma función que mantiene en la actualidad.
Gracias a eso ha llegado en un estado fabuloso de conservación hasta nuestros días. Y aunque ahora ya no tiene tanta importancia para poder regar el Campo de Belchite, lo cierto es que es el símbolo de Almonacid de la Cuba, e incluso se ha convertido en el puente para llegar al núcleo urbano si se viene de Belchite, Letux o Azuara.
Además de que es su principal reclamo turístico. Todavía más desde que se han puesto en marcha las visitas guiadas que permiten descubrir en profundidad este importante monumento declarado Bien de Interés Cultural.
Se ha recuperado un tramo de más de 100 escalones para descender hasta la misma base de la presa, y hasta se puede observar la compuerta de desagüe. Este recorrido como el resto de pasarelas que van junto o sobre el cauce del río Aguasvivas se puede hacer por libre.
Pero seguramente es mucho más enriquecedor con las visitas guiadas que desvelan toda la historia de este monumento, así como se descubre el pasado de esta localidad y sus lugares más relevantes como la iglesia parroquial del siglo XVI o los restos del castillo de época musulmana. Además de que la visita también hace hincapié en la riqueza de flora y fauna que habitan por estos parajes. Todo eso se descubre en una hora y media de recorrido, el cual tiene comienzo en la Oficina de Turismo de Almonacid de la Cuba.
¡No os la perdáis! Este es un destino fantástico para cualquier sábado o domingo de otoño. Nos queda a un paso de Zaragoza y, además, se puede complementar con otras visitas a otros lugares vecinos y muy especiales. Por ejemplo, recorrer la historia de la Guerra Civil en el Pueblo Viejo de Belchite o llegarse hasta el pueblo natal del genial Francisco de Goya, o sea Fuendetodos.
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