Es imposible, tras ver los dos impresionantes videos que han publicado Ayuntamiento de Zaragoza y Turismo de Aragón en las últimas horas, que a quien ame esta maravillosa tierra no se le ponga la piel de gallina.
Dos trabajazos que me han animado a hacer algo tan poco habitual en mí, como es hablar en primera persona desde Enjoy Zaragoza. Pero cuando llevas seis años recorriendo Aragón de punta a punta y te conoces Zaragoza como la palma de tu mano, ver desde una pantalla el magnífico escenario que nos rodea impacta y genera sensación de impotencia.
Impotencia porque en seis años he conocido a cientos hosteleros, hoteleros, productores, pequeños empresarios, ganaderos, agricultores, guías turísticos … que te han contado con ilusión como decidieron dedicar su vida a potenciar su entorno.
Desde conocer el proceso en un pequeña quesería del Pirineo hasta la visita con folleto en mano a una iglesia de un pueblecito de la provincia de Teruel pasando por una prueba de menú del nuevo restaurante de un joven hostelero de Zaragoza, en todos había un denominador común, Zaragoza y Aragón se lo estaban empezando a creer.
Llego febrero con Aragón empezando a consolidarse como capital española de turismo de interior, Zaragoza vivía un esplendor nunca visto, se sentía en el día a día que somos una ciudad que está de moda, la cuarta en actividad económica de un gran país como es España y uno de los principales hubs del sur de Europa.
Lo he dicho más de una vez, Enjoy Zaragoza no es ni filial de nadie ni surge como puede pasar con otros proyectos por una oportunidad laboral estando de paso, surge por una pasión en busca de un objetivo potenciar la imagen de nuestra magnifica región donde tuve la suerte de nacer hace 30 años.
Y cuando dedicas tu vida a una pasión que surge de manera natural ese vinculo es indestructible.
Esta triste situación, donde quiero dejar claro que la prioridad es la emergencia sanitaria, económicamente a Zaragoza y Aragón no nos ha podido tocar en peor momento, simplemente porque estaban viviendo su mejor, pero volviendo al párrafo anterior, a Zaragoza y Aragón le han hecho fuerte la pasión indestructible de miles de personas.
Una bodega pequeñita podrá este 2020 pasar de vender 9.000 a 4.500 botellas, pero cuando todo vuelva a la normalidad nadie le quitará esa ilusión con la que sale cada mañana a la viña a ver crecer sus cepas, porque cuando eres auténtico te podrán copiar pero no te podrán igualar, y seguro que las 9.000 botellas de 2019, en 2021 son más de 10.000
El día después no sabemos cuando llegará pero cuando llegue todos estaremos a la altura, además estaremos más cerca que nadie para volver a disfrutar de todo, la nos ha dado un regalo que es ser zaragozanos, aragoneses y españoles, ahora nos ha dado un aviso para parar y valorarlo.
Ya lo dijo Benito Pérez Galdós tras narrar todo el s.XIX en sus Episodios Nacionales, Zaragoza la única que nunca se rinde.
Autor: @ANGELMORENOTENA DIRECTOR DE ENJOY ZARAGOZA
