Hoy os queremos invitar a descubrir Cluj-Napoca y sobre todo la región que le rodea: la mítica Transilvania
Texto: Armando Cerra
En el panel de vuelos del aeropuerto de Zaragoza hay dos aviones que despegan regularmente con rumbo a Rumanía, uno de ellos aterriza en Bucarest y otro en el aeropuerto de la ciudad de Cluj-Napoca
Hay vuelos directos desde Zaragoza a Rumanía, con destino Bucarest y otro Cluj-Napoca. Respecto a la posibilidad de viajar desde Zaragoza a Bucarest os hablaremos algún día de estos. Pero hoy os queremos invitar a descubrir Cluj-Napoca y sobre todo la región que le rodea: la mítica Transilvania. Hay que tener en cuenta que hay dos vuelos de ida y vuelta de Zaragoza a Cluj-Napoca cada semana. Por eso se puede preparar un viaje a Rumanía o incluso toda una semana. Una opción muy interesante si vuestro calendario laboral os lo permite, ya que no os van a faltar atractivos que descubrir en esta escapada a Transilvania.
Comenzando por la propia ciudad de Cluj-Napoca, la tercera en habitantes de todo el país. Por ello al ser una urbe de cierto volumen (300.000 habitantes) cuenta con un buen número de servicios en cuanto a alojamiento y restaurantes. Además de que existe la posibilidad de alquilarse allí un coche para emprender después el descubrimiento del entorno.
Nada más aterrizar en Cluj-Napoca y visitar sus calles os va a sorprender el buen ambiente que se respira. Eso se plasma en un sinfín de cafés, animadas playas, festivales, teatros o galerías de arte. Y es que no hay que olvidar que estamos en una ciudad universitaria y muy cosmopolita. Por lo que siempre habrá algo interesante que ver en Cluj-Napoca.
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Un dinamismo cultural y de ocio al que se suma el patrimonio histórico. No es el lugar más famoso de Rumanía, pero os garantizamos que es una auténtica sorpresa. Durante vuestro paseo por la ciudad os va a asombrar el alto número de templos cargados de historia y arte. Por ejemplo, la iglesia de San Miguel o la Catedral Ortodoxa, que pese a ser una obra del siglo XX tiene en su interior un conjunto de mosaicos que nos trasladan a otras épocas. Igualmente os encantará el edifico del Teatro Nacional, donde se programan todo tipo de representaciones escénicas, incluyendo la ópera. Además es imprescindible darse un garbeo por el conocido como Bulevar de los Héroes y después irse hasta la Piata Unirii (la plaza de la Unión) auténtico epicentro de la ciudad.
Esto es solo un resumen de lo que mucho que ver en Cluj-Napoca, ya que una vez allí os maravillará la monumentalidad de sus muchos palacios, las esculturas que recuerdan a los grandes hombres del país o el recuerdo que existe al ghetto judío. Por no hablar de su jardín botánico o los distintos museos. Si vais a dedicar luego unos días a recorrer los alrededores, os recomendamos al menos la visita de uno de esos museos. En concreto el Museo Nacional de la Historia de Transilvania. Una extraordinaria introducción para lo que os espera en la región.
Uno de esos sitios que podéis descubrir en este viaje a Rumanía es la reserva natural de Cheile Turzii, a tan solo 40 kilómetros de Cluj-Napoca. La mejor forma de disfrutar de ese paisaje de montañas y cascadas de agua es haciendo senderismo y adentrándose en algunas de las rutas que recorren el lugar. ¡Naturaleza en estado puro y bellísima! También relativamente cerca de Cluj-Napoca os aguarda el pueblo de Huedin. Aquí, hace más de un milenio, se asentaron los primeros gitanos o zíngaros que llegaron a Europa. Cualquier tópico que tengas sobre esta etnia, sobre todo si es algo negativo, se te desmontará al visitar esta carismática localidad.
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Y ahora ya empezamos con el aspecto más legendario de Transilvania y su hijo más ilustre. Ya lo habrás adivinado, nos referimos a Drácula. Un personaje de novela pero que se supone que se basó en un conde de verdad. Ni más ni menos que Vlad III, el Empalador, un apodo de lo más explícito en cuanto a sus usos y costumbres, ya que se cuenta que tenía el placer de invitar a cenar a sus víctimas, para luego empalarlas en una estaca y beberse su sangre. Eso ocurriría en el Castillo de Bran, su residencia. Un mansión que además de su leyenda, tiene un indudable carácter monumental. Para visitarla tendréis que acercaros hasta la población de Brasov. Una ciudad preparada para el turismo, ya que por aquí pasan cada año miles y miles de morbosos turistas, ¡cómo tú! No obstante, si quieres seguir rastreando las huellas de Drácula durante tu viaje a Transilvania también has de acercarte hasta la ciudad medieval de Sighisoara. Ahí nació el citado conde Vlad III allá por el año 1431. Incluso es visitable la conocida como la casa natal de Drácula. Si bien toda Sighisoara es una ciudadela declarada Patrimonio de la Humanidad.
Es una de las joyas que os aguardan en este viaje a Rumanía desde Zaragoza. Y hay muchas más como el hermoso casco histórico de la población de Sibiu o el misterioso bosque de Hoia-Baciu, a tan solo 8 kilómetros de Cluj-Napoca. Esa ciudad rumana de la que quizás no habías oído hablar, pero que cuando la visites ya no se te olvidara su nombre. Prueba a descubrirla gracias a los vuelos regulares de la compañía low cost Wizz Air que salen desde el aeropuerto de Zaragoza.
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