La primera fase de los trabajos en el río Huerva cuenta con un plazo de ejecución de ocho meses y un presupuesto de 8,4 millones de euros
El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la sociedad municipal Ecociudad Zaragoza, trabaja ya para recuperar el río Huerva y sus riberas y transformar lo que ahora es un espacio degradado en uno de mayor calidad ambiental y bienestar. La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, han conocido las primeras actuaciones que se están desarrollando junto al puente del Emperador Augusto, acompañados por el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, y la consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes.
Natalia Chueca ha explicado que “la transformación del Huerva tiene tres grandes ejes: mejorar la calidad de las aguas del río, hacer frente a la vegetación invasora para que podamos recuperar las especies autóctonas y abrir el río a la ciudad. Para eso vamos a crear accesos y sendas más accesibles y nuevos espacios que nos permitan disfrutar junto al cauce pero de una forma respetuosa con el río”.
Para ello se va a actuar a lo largo de 2,1 kilómetros de riberas distribuidos en dos tramos. El primero abarca desde el Puente Blasco del Cacho hasta el cubrimiento del río en Gran Vía y es una zona especialmente degradada en la que el río discurre muy encajonado por las edificaciones. El segundo tramo empieza en el puente de la calle Miguel Servet y finaliza en la desembocadura en el Ebro.
Las obras cuentan con la financiación del Ayuntamiento de Zaragoza, del Gobierno de Aragón y de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU.
Demoliciones, desbroce y tratamiento de especies invasoras
La restitución paisajística e hidromorfológica del Huerva se va a ejecutar en dos fases. La primera, con una inversión de 8,4 millones de euros, es la que acaba de comenzar y se va a prolongar durante ocho meses. La alcaldesa ha señalado que es la fase “menos agradecida pero imprescindible para poder transformar las riberas en un espacio con mejor biodiversidad y del que podamos disfrutar de una forma más accesible y segura”.
Desde la pasada semana se ha comenzado a limpiar y desbrozar el entorno del cauce y a abrir accesos para disponer de espacio junto al río desde donde realizar las diferentes tareas. Además se han habilitado zonas de acopio de materiales en calles del entorno. Esos puntos de acceso se ubican en los antiguos viveros Sopesens, la plaza Bruno Solano-Manuel Lasala, la plaza inferior del puente del Emperador Augusto y dos zonas verdes situadas en el antiguo canódromo y junto al CDM Alberto Maestro.
A lo largo de las próximas semanas se van a ir eliminando también antiguas estructuras de hormigón y ladrillo que hay junto al cauce para mejorar la filtración de aguas y favorecer el futuro desarrollo del bosque de ribera. Todo ello permitirá ampliar el espacio y reducirá el riesgo de inundación de las calles próximas en caso de crecidas.
Comenzará también la gestión de la vegetación con la retirada de los ejemplares muertos o dañados y el tratamiento de las especies invasoras como el ailanto. Se trata de una variedad incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras que crece muy rápido, incluso en zonas pavimentadas, y que ha colonizado las riberas del Huerva. Esto ha provocado que no puedan crecer las especies autóctonas y que haya menos diversidad de aves.
Para revertir esta situación y que pueda desarrollarse un bosque de ribera más natural, se van a eliminar la mayoría de estos ejemplares invasores aunque se mantendrán aquellos que sean necesarios, por ejemplo, para la estabilidad del terreno y la seguridad de los taludes. Los ailantos y las cañas, otra especie invasora, serán sustituidas por vegetación autóctona menos frondosa que pueda desarrollarse adecuadamente a lo largo de los próximos años.
Mejora de la calidad de las aguas
En esta fase se van a realizar también las obras que mejorarán la calidad de las aguas del río Huerva. La alcaldesa Natalia Chueca ha explicado que ya se está acondicionando la zona de los antiguos viveros Sopesens donde se va a construir un tanque de tormentas anticontaminación. Se trata de un gran depósito para almacenar las aguas residuales que se mezclan con el agua de lluvia cuando hay fuertes lluvias y gestionarlas después a través de la red de depuración. En la segunda fase del proyecto este tanque quedará oculto bajo uno de los nuevos espacios que se prevé crear.
También ha comenzado la renovación de las tuberías de saneamiento para ampliar su capacidad y separarlas, cuando sea posible, del cauce del río. Una de esas grandes tuberías es la que discurre precisamente junto al puente del Emperador Augusto. Además, se van a sustituir las que hay situadas entre las calles Marina Española y La Luz, en el entorno del Parque Bruil y la zona verde paralela a Camino las Torres, donde la tubería discurre a casi 9 metros de profundidad.
Las obras se van a aprovechar asimismo para modernizar la red de abastecimiento de agua potable y eliminar las viejas tuberías de fibrocemento y fundición gris en distintos puntos de las calles Marina Española, Arzobispo Morcillo, Gascón de Gotor, Viva España, Carrera del Sábado y Manuel Lasala.
Nuevas sendas peatonales
Uno de los objetivos del proyecto es mejorar la conexión entre la ciudad y el río. Para ello a lo largo de estos próximos meses se comenzarán a perfilar las nuevas sendas peatonales que permitirán caminar junto al cauce en algunos de los tramos. Los fuertes desniveles y taludes que encajonan el río seguirán sin permitir recorrer toda la ribera de forma seguida pero las nuevas sendas mejorarán la continuidad.
Las tres nuevas sendas serán inundables, igual que las del río Ebro, y tendrán pavimentos permeables que ayuden a filtrar y aprovechar el agua. Además, su recorrido se va a adaptar a los desniveles del cauce para integrarlas en el paisaje y reducir los movimientos de tierras.
Dos de estas sendas estarán en la margen izquierda. La primera discurrirá paralela a la calle Manuel Lasala hasta el puente Emperador Augusto. La segunda irá desde el puente de la Avenida Goya hasta Gran Vía y la tercera estará en la margen derecha, entre las calles Río Huerva y La Luz.
De forma paralela a todos estos trabajos, el Ayuntamiento de Zaragoza está avanzando en la redacción del proyecto de la segunda fase. “Será entonces cuando veremos realmente el nuevo Huerva. Se completará la recuperación fluvial del río, la plantación de la vegetación y se crearán esos nuevos espacios abiertos junto al cauce en los que disfrutar”, ha explicado Natalia Chueca.
La alcaldesa ha destacado que ya se han mantenido las primeras reuniones con el tejido asociativo y vecinal y colectivos ecologistas para escuchar sus propuestas y ver si son viables técnicamente y compatibles con los requisitos de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
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