Los trabajos, que concluirán a finales de junio, tienen un presupuesto de casi 150.000 euros y serán realizados por la empresa CEVIAM EPC bajo la dirección del creador de la idea, el ingeniero Juan Antonio Ros
Las obras de pavimentación de la plaza del gran reloj solar de Zaragoza, iniciadas recientemente por el servicio de Parques y Jardines y que está previsto concluyan a finales de junio, supondrán el impulso definitivo para completar un proyecto que arrancó antes de la Expo de 2008 y que estaba frenado desde hacía años, pese a las reivindicaciones vecinales.
Los trabajos, que han sido visitados hoy por el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, supondrán una inversión de 147.533,63 euros IVA incluido. Han sido adjudicados a la empresa CEVIAM EPC, S.L., y serán dirigidos por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Juan Antonio Ros, impulsor y creador original de este proyecto, y supervisados por el Servicio de Parques y Jardines.
Las obras que se están ejecutando afectan a una superficie de unos 2.000 metros cuadrados y supondrán la pavimentación de la superficie que quedaba por completar alrededor del gran gnomon que se eleva en el Parque de Oriente. Parte del presupuesto se destinará, asimismo, a la infraestructura de saneamiento de aguas de lluvia de la plaza resultante. Asimismo, se va a conectar la iluminación del gnomon (que dispone de tres proyectores que iluminarán la plaza) al alumbrado público. El pavimento de la plaza recreará, vista desde la altura, una gran estrella cardinal y, asimismo, incluirá también (incrustada en acero inoxidable) una representación de la constelación de la Osa Menor en su proyección exacta.
Como se recordará, la obra original (el gnomon y su dial horario) están operativos desde hace tiempo aunque las obras de urbanización de su entorno llevan años paradas. Ahora se ha decidido dar este impulso prácticamente definitivo al proyecto, a falta de pequeños trabajos de urbanización en la zona verde anexa que serían también acometidos tan pronto sea posible.
Este reloj de sol tiene el récord Guinness que le acredita como el más grande del mundo. Y está en tramitación la certificación de otro récord: el de ser el más puntual, con una desviación de unos pocos segundos (4 segundos) cuando, en general, es muy complicado bajar de un minuto de precisión.
Un proyecto con 14 años de recorrido
La idea de crear el reloj solar más grande del mundo en Zaragoza empezó a ser valorada por el ingeniero de caminos Juan Antonio Ros en la segunda mitad de 2006, aunque en principio como algo particular. Dicha idea adquirió la categoría de proyecto en mayo de 2008, poco antes de la inauguración de la Expo, en cuya preparación Ros había participado activamente con labores como la dirección de las obras de la Noria de la Paz o el diseño del propio Reloj Solar de la Noria. El proyecto de este gran reloj de sol contó con el apoyo económico de Multicaja en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza.
El espacio elegido para su ubicación está ubicado junto al extremo sur del Parque de Oriente de Zaragoza y en las cercanías Puerto Fluvial de Vadorrey. La preparación de la instalación del gnomon, en paralelo a su ejecución material en taller, arrancó con la creación de su cimentación que, para finales de octubre de 2009, ya estaba totalmente concluida.
Entre los días 30 de octubre y el 3 de noviembre de ese año se procedió a su instalación, adecuándose la pieza in-situ en días sucesivos. Quedó pendiente la creación del dial horario en el suelo circundante y parte de la adecuación del entorno, fundamental para la función práctica del reloj, que ahora se está completando.
El Reloj Solar Multicaja-Zaragoza, nombre oficial que recibe el reloj solar gigante ubicado en el barrio de Vadorrey, es el más grande del mundo con sus casi 31 metros de altura, posición de la que desbancó al reloj solar de Jaipur (India), creado hacia 1730 y de 27 metros de altura.
En concreto, la altura del reloj zaragozano, que corresponde a su gnomon o mástil inclinado sobre el que incide la luz solar proyectando una gran sombra sobre el suelo que permite calcular la hora, es de 30,343 metros, una medida simbólica obtenida, según Ros, de la proporción de la distancia entre el reloj y el sol, de acuerdo con las divinas proporciones por las que se regían los clásicos. Precisamente, dicho tamaño tan enorme convierte a este reloj en una atracción y un punto de referencia para publicaciones especializadas y aficionados de todo el mundo.
El elemento más destacado y fundamental de este reloj solar es su gran gnomon, realizado en acero corten oxidado, un mástil inclinado de 46 metros de longitud cuyo remate se ubica a los antes citados 30,343 metros de altura. Su anchura es de 1 metro, mientras que su profundidad es variable, reduciéndose conforme gana altura, lo que contribuye a aligerarlo visualmente al otorgarle un aspecto estilizado, acentuado gracias a su depurado y sobrio diseño.
Puede llegar a proyectar una sombra de más de 500 metros de longitud, y la punta de dicha sombra puede moverse en ciertos días a una velocidad de 7 metros por minuto, lo que hace que su movimiento sea visible a simple vista.