¿Por qué nos centramos más en lo negativo que en todas las cosas buenas que tenemos?
¿Por qué pensamos siempre en la peor de todas las opciones? Tenemos ciertos hábitos mentales que nos llevan de manera sencilla a esa parte negativa que vive en nosotros y que debemos tener siempre el cuidado de que no se apodere de nuestra vida.
A veces son solo etapas que nos llegan de la mano de un estado de ánimo tirando a flojo. Esto acaba tocando nuestra autoestima e incluso nos aleja de la propia confianza. Creemos que el mundo puede con nosotros y no nos vemos con fuerza de enfrentarnos a las cosas más sencillas del día a día.
Tal vez conozcas a personas que tienden a la negatividad, o que creen que tienen mala suerte porque la vida les pone obstáculos. Pero sin embargo, la vida son también esas pequeñas dificultades que forman parte de nuestro aprendizaje, de nuestra evolución. Sin dificultades nos quedaríamos estancados. A veces esos pequeños obstáculos nos hacen crecer buscando otras formas de llegar a nuestra meta u objetivos.
A veces el no lograr lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte dice el Dalai Lama
Sin embargo, nos quedamos anclados en esa opción que no hemos logrado, sin darnos cuenta de que la vida está llena de muchísimas posibilidades que nos llevan a mejorar interiormente. Por eso en esta frase queda encerrada una gran enseñanza, el no quedarse quieto, el seguir hacia delante y el buscar nuevas formas de hacer las cosas, lo que nos hace ver que lo más importante es el camino y la manera en que lo caminamos.
Esto siempre nos fortalece, seguro que te ha tocado vivir situaciones que cuando parecía que iban a complicar tu vida, de repente la constancia, la disciplina y las ganas, han hecho que logres todavía más de lo que en un principio habías soñado.
No te rindas, porque si te rindes, verás que una parte de ti se queda en el bloqueo y nada, absolutamente nada externo logrará sacarte de ahí, sin embargo, encuentra ese ‘por qué empezaste’ y verás que aparecen formas muy diferentes de hacer las cosas.
Lo importante es avanzar, no quedarse quieto, en ese caminar encontraremos nuevas posibilidades.
Trata por unos días de prestar atención a todas las cosas buenas y bonitas que hay en tu vida. Estoy segura de que tienes momentos alegres y llenos de risas o de personas fantásticas que te hacen brillar, o tal vez te gusta sentirte útil y ayudar a los demás o simplemente aprendes a dar gracias por todas estas cosas bonitas, verás en poco tiempo como tu actitud cambia y tu entorno se sorprende.
Hay quien opina sobre el optimismo como si fuera un autoengaño, me gustaría compartir desde mi propia historia de vida que el ver el lado positivo de todo no es más que una forma realista de ver las cosas, porque he podido comprobar que la negatividad me lleva siempre al hastío de la vida. A no querer ver a nadie, a no querer hablar con nadie o a veces incluso peor, a quejarme absolutamente de todo.
Hay personas que viven quejándose de todo, la queja es negatividad constante, se contagia, no sé si has observado alguna vez la velocidad que alcanza la queja. Hoy en día además con las redes sociales todo se dispara y la información tiene ese inmediatez para bien como para mal. Por tanto, respira, como siempre te aconsejo, respira y tal vez cierra un instante los ojos para sentir, para revivir en tu interior aquellos momentos bonitos que han hecho de tu vida un espacio de crecimiento consciente.
El optimismo inteligente nos ayuda a ver que el error enseña más que la incertidumbre.
El error da libertad La incertidumbre ata
Uno puede aprender a ser más optimista, aquí te dejo un listado de palabras o frases que puedes repetirte a diario, seguro que te ayudan a dar pequeños pasos hacia el optimismo y te ayudan a salir de la negatividad.
Con todo esto tu visión de las cosas puede que no sea tan pesimista o negativa, es solo dar un pequeño giro a la cantidad de palabras que condicionan nuestras acciones. Verás que si coges 2-3 palabras o frases, algo en tu interior se irá transformando, porque la clave está en no olvidarse de todo lo que tenemos dentro de nosotros, y que en muchos momentos nos olvidamos.
Vigila además el vocabulario que te dices a ti mismo, observa si ante cualquier error o equivocación te agredes mentalmente o te llenas de pensamientos negativos.
¿Sabías que es mejor equivocarse que quedarse quieto?
Si realmente quieres aprender de la experiencia, es mejor que equivocarse a no hacer nada. Es verdad que el ego se resiente ante el error pero, ya tenemos una certeza, que por ahí no es, así que estás más cerca del acierto.
El optimismo te renueva las ganas a diario, te llena de ilusión y te hace recuperar la esperanza que te roba la negatividad.
¡¡¡No pierdes nada por intentarlo!!!