Sobre la Voluntad
¿Por qué empezamos muchas cosas y terminamos pocas?
Muchas veces te propones hacer algo pero abandonas antes de tiempo, te preguntas el por qué?
¿Te gusta apuntarte a actividades pero, continúas o pierdes las ganas y la voluntad rápidamente?
Hay personas que cada semana empiezan una dieta, que cada temporada se dice a sí mismo, me apunto al gimnasio, hago dieta, salgo a correr o danza africana, da igual. Aquí el impulso de apuntarse es genial pero mantenerse en el tiempo…
La voluntad nos da fuerza y coraje, la voluntad cambia nuestra vida, solo porque somos conscientes de que quieres cambiarla.
Nos ayuda a tomar decisiones, nos lleva a la acción. Recuerda que para crecer interiormente es más importante la acción que la inacción. El error nos acerca al acierto.
Ilusión/voluntad, van unidas, es un trabajo constante y a diario. Si haces las cosas siempre por los demás acabas frustrado, y la frustración te quita las ganas, la ilusión y vuelta a empezar, o tal vez a quedarte quieto.
Debemos reeducarnos internamente, las emociones se viven y se comprenden, se aceptan y se asumen, solo así seré capaz de AVANZAR.
Se avanza con VOLUNTAD, pero también con la conciencia de lo que quiero y cómo lo que quiero.
Es importante trazarnos ese mapa para saber dónde vamos, un rumbo, un camino, un objetivo-meta…
Si no lo sabemos es mejor parar, tú sales a la calle porque vas a algún sitio concreto, ¿no?
No sales de casa sin saber donde vas. Parece que ir dando tumbos por la vida se está poniendo de moda, no profundizamos mucho en las cosas para que no nos duelan tanto, esto hace que las personas no tengan claro hacia donde van o lo que en verdad quieren…
Por eso hay que parar y reflexionar, dejar de posponer este tipo de detalles que nos mantienen en la ambigüedad…
Me pongo con ello y organizo mi mente, mis emociones y mi mundo, puedo anotar incluso esa ruta de viaje, porque en verdad emprendo el viaje más importante, el viaje hacia el interior.
Este es el primer paso al que nos lleva la voluntad, al orden, al conocimiento, a la realidad de nuestra vida, a lo que quiero, a lo que puedo y a lo que no. El saber, calma.
Aunque no puedas hacer cambios, sabes que algún día, cuando sea el momento, los harás, posponer por prudencia no es lo mismo que posponer por pereza o miedos.
La prudencia en este caso nos lleva a lo concreto… esto no lo quiero así en mi vida, y cuando sea el momento, o lo mejoro, o lo cambio…
La pereza hace que mires para otro lado, negando la realidad y todo lo que nos daña, creemos que es algo normal e incluso nos acostumbramos a vivir en conflicto constante.
Nos volvemos expertos “jusficadores” y especialistas en excusas.
Pero, ¿hasta cuándo?
En algún momento uno se agota, pero mientras llega la necesidad de dar un giro, al menos que la conciencia nos acompañe.