Si buscamos en el diccionario el significado de la palabra constancia, la definición más o menos exacta sería ésta:
Voluntad inquebrantable y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla.
Estoy segura de que todos sabemos el significado de esta palabra, además es algo con lo que vivimos constantemente, a veces la dejamos a un lado, encontramos muchos motivos para soltarle la mano a la constancia.
Ser constantes es algo que nos hace diferentes, ¿lo sabías?
Esta frase me hace sonreír porque en el día a día con las personas, en todas las situaciones cotidianas, estés donde estés, si escuchas cualquier conversación ajena, en muchos casos se quejan, de si hace frío, calor, llueve o problemas de trabajo o de pareja, etc… y en otros casos escuchas, un tengo que empezar, tengo que hacer, a ver si mañana.
Con estas líneas seguramente no serán suficientes para convencerte de que no hay otro camino para lograr lo que quieres que ser constante, en lo que sea. Todos los cambios comienzan por incorporar hábitos que hasta ahora no teníamos y esto también nos cuesta, sobre todo porque queremos hacer cosas que nunca hemos hecho con constancia y por tanto aparece la frustración a los pocos días.
Para empezar un cambio solo hay que dar un paso, ¡solo uno!.No intentar dar 7 de golpe porque acabamos tropezando una y otra vez en la misma piedra, o parecida.
Sea lo que sea que tienes entre manos, o en tu mente, tienes que saber que no hay otro ingrediente más importante que la constancia, sea lo que sea, seguro que lo alcanzas si eres constante, no hay resultados sin constancia.
La clave para lograr lo que quieres, es obvio que primero tienes que saber lo que quieres, y esto es tomar conciencia de que tienes que hacer un camino que tal vez sea difícil porque no lo conoces, pero ármate de valor, de constancia y sobre todo de paciencia. Resultados inmediatos solo ocurre en las pelis americanas, que para soñar son estupendas pero que para lograr tus objetivos hay que trabajarse en el día a día. La gente es muy comodona, espero que tú no lo seas tanto y comprendas que para lograr lo que quieres tienes que ser constante.
No importa cuál sea tu intención, para todo lo que elijas debes ser constante, a veces hay que hacer un ejercicio y recordar por qué empezaste a dar estos pasos, nos olvidamos del por qué y entonces el abandono llega.
Si cada día te pones objetivos que sean reales y alcanzables, irá generando una confianza en ti que te ayudará a perseverar, a seguir y esa misma motivación que aparece con la confianza te va a ayudar a no abandonar.
La tentación de dejar algo que estábamos haciendo siempre aparece, bien por pereza o bien por no lograr los resultados de manera inmediata.
Además unimos a todo ello que quizá alguno de esos cambios requieren de un esfuerzo mayor que el resultado que estamos logrando y nos preguntamos, ¿merece la pena tanto esfuerzo?
Es obvio que no disfrutamos del camino si solo pensamos en la meta. Esto es sentido común pero necesitamos que alguien nos lo recuerde. Ante cualquier cambio que queramos realizar en nuestro interior y que se verá reflejado en el exterior, lo más importante no es la meta, lo más importante es el recorrido, el aprendizaje, los descubrimientos, lo que te provocan los obstáculos, lo que creces durante el camino, la alegría de ver que vas logrando superar cualquier pequeña dificultad, si solo piensas en la meta, te pierdes todo esto que es la base fundamental para ese nuevo yo que crece en ti.
Hoy en día tenemos demasiados estímulos que nos pueden llegar a despistar y hacer que nos olvidemos de dónde estamos o dónde vamos. Por eso hay que parar, reflexionar y reconducirnos de nuevo. ¡No pasa nada!. Las distracciones forman parte de esas pruebas que aparecen en la vida para hacernos elegir constantemente lo que queremos. Es verdad que el tomar decisiones conlleva en muchos momentos a equivocarnos y por tanto a bajar la guardia y a olvidarnos de nuestro objetivo principal, seguir, seguir y seguir.
Creer que puedes lograr las cosas con un chasquido de dedos es una forma de autoengaño y de esto ya hemos hablado hace algunas semanas, te invito a leerlo si todavía no lo has leído.
Es verdad que cada día tomamos un montón de decisiones de manera inconsciente y que nos llevan a la sensación de agotamiento sin tener resultados evidentes durante un tiempo. Pero es que la constancia es como esa gota de agua que está perforando la piedra, no es por la fuerza si no por la constancia.
Nos llenamos de frases positivas que en ocasiones hacen un clic dentro de nosotros, pero la cantidad de información que recibimos constantemente hace que nos olvidemos de ese clic para pasar a otro y así día tras día. Hasta que por necesidad no nos queda otro remedio que volver a empezar, con ánimo, con fuerza y diciendo esta vez ¡sí!. ¿Cuántas veces nos hemos dicho frases de este tipo? Tengo que reconocer que a mí me ha pasado durante muchos años empezar mil cosas y no terminar ninguna, o terminar muy pocas.
Es verdad que es muy sencillo dispersarse con la cantidad de información que estamos recibiendo en forma de estímulos en todo momento. Pero también es cierto que un día comprendes que no hay otra, no hay una fórmula mágica para lograr lo que quieres, un día te das cuenta que la única clave es seguir, avanzar, continuar. Es no abandonar aunque tengas mil motivos para hacerlo, la clave es encontrar uno y es ese por qué empecé, y seguir, aunque tengas menos fuerza o menos ganas, seguir, porque en esa constancia, en esa voluntad, vas a lograr, seguro, todo lo que tanto anhelas. Verás que no es cuestión de suerte que la gente consiga cosas, es cuestión de insistir, a veces solo vemos el resultado de lo que otra persona logra, pero no vemos el trabajo constante, diario y mantenido en el tiempo que ha tenido que usar para lograr su meta.
Si quieres de verdad ser constante, da el primer paso y elimina de tu vocabulario, por favor, la frase: MAÑANA EMPIEZO. Empieza hoy.