A tan solo 4 horas y media de Zaragoza en tren, Granada cuenta con una de las maravillas más visitadas de todo el patrimonio español: La Alhambra
Historia, arte, literatura y leyendas se dan la mano en una escapada desde Zaragoza que merece mucho la pena
Texto de Armando Cerra
Dos de los monumentos más impresionantes y esplendorosos de Al-Andalus son los palacios de La Aljafería en Zaragoza y de La Alhambra en Granada. Dos maravillas de nuestra historia que nunca han estado tan próximos como ahora. ¿Te imaginas desayunar cerca de nuestra Aljafería y almorzar a los pies de La Alhambra? Pues eso es posible gracias al tren AVE diario que une Zaragoza y Granada en apenas 4 horas y 30 minutos.
O sea que si eres de los que les da pereza subirse al coche para hacer más de 700 kilómetros por carretera o eres de esas personas que les aterroriza volar, ya no tienes excusa para descubrir la gran joya nazarí. Los trenes de alta velocidad que parten de la estación Zaragoza Delicias y llegan a la nueva Estación AVE Granada te la acercan. Merece la pena. Preguntadle a cualquiera que ya haya estado en ese destino andaluz. Y por si no conocéis a nadie, aquí te vamos a dar unos cuantos motivos para que empieces a preparar este viaje de Zaragoza a Granada.
Obviamente la visita a La Alhambra es la primera razón para emprender esta escapada en tren AVE. Por cierto en cuanto tengáis hechas las reservas de vuestro billete desde Zaragoza, haced la reserva de vuestra entrada al palacio granadino. No os olvidéis que es una de las maravillas más visitadas de todo el patrimonio español y es más que recomendable hacer la reserva para ahorrarse filas a la entrada.
Hay tanto que ver que es mejor no perder ni un minuto en las taquillas. Seguro que te suenan lugares como el Patio de los Leones o los Jardines del Generalife. Pues bien, eso solo es lo más famoso de este monumento excepcional. Aquí se dan la mano la historia, el arte, la literatura, las leyendas, el embrujo de lo exótico. Una auténtica maravilla muy difícil de describir con palabras. Un lugar que hay que visitar al menos una vez. Aunque nunca os importará repetir.
Lo cierto es que solo por ver este sitio mágico ya compensa hacer un viaje de Zaragoza a Granada. Pero lo bueno es que la ciudad tiene muchas otras cosas que ofrecer. Eso sí, tenéis que caminar para descubrirlas. De manera que llevad buen calzado en el equipaje porque los atractivos de Granada están en la colina de La Alhambra, pero también en el centro y en diversos barrios.
Comencemos por algunos de los sitios imperdibles en el centro de Granada. Uno de ellos es la impresionante Catedral de la Encarnación que empezó a construirse poco después de la toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos. Por eso no se reparó en gastos y es uno de los grandes templos renacentistas del patrimonio español. Hablando de Isabel y Fernando, tampoco os perdáis la Capilla Real que se levantó para que fuera su impresionante tumba.
Pero no os penséis que en el centro solo esperan monumentos. También hay tabernas y bares para descubrir la costumbre granadina más sabrosa: ir de tapas. Toda una experiencia la de irse dejando sorprender por lo que cada local ofrece a sus clientes acompañando a todas y cada una de sus consumiciones.
Otro sitio donde abundan los bares de tapas es la calle Elvira, la cual conduce hasta el bello barrio del Albaicín. Os aconsejamos ir por ahí a media tarde, atravesar el Arco Elvira y deambular por el Albaicín hasta su lugar más emblemático: el Mirador de San Nicolás. Ante vuestros ojos estará la que se considera mejor vista de La Alhambra con el perfil de Sierra Nevada a su espalda.
No es el único barrio de visita obligada. También tenéis que acercaros al Sacromonte. Como indica su nombre es una colina, por lo que abundan las cuestas. Además se trata de una pequeña montaña horadada por infinidad de cuevas hechas por el hombre. Cuevas que siguen siendo la vivienda de muchos vecinos y también el espacio singular para un museo, diversos restaurantes y unos cuantos tablaos flamencos.
Además hay que acercarse al barrio de Realejo, que antaño fue el lugar donde vivían los judíos granadinos. La atractiva Plaza del Campo del Príncipe es su epicentro y a partir de ahí se pueden visitar sitios como al iglesia de Santo Domingo, la Casa de los Tiros o la venerada estatua del Cristo de los Favores.
Todo el Realejo está a los pies de la Alhambra. Y también bajo la protección del palacio nazarí discurre un poco más allá el río Darro, por cuyas orillas hay que pasear sí o sí, hasta llegar al Paseo de los Tristes. Que nadie se asuste porque este nombre es del pasado, cuando por aquí pasaban las comitivas fúnebres con destino al cementerio. Ahora es mucho más agradable, tanto por su enclave como por los numerosos bares y establecimientos que esperan vuestra visita.
Un buen lugar para acabar este rapidísimo recorrido por Granada e invitaros a tomar el tren desde Zaragoza hasta esta maravillosa ciudad de Andalucía.
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