Con una imagen de postal junto al Moncayo, Fuendejalón combina una larga historia y sus tradiciones añejas con la pasión por el vino
Texto de Armando Cerra – Imágenes de Turismo Fuendejalón
Hoy os proponemos una escapada a Fuendejalón, una localidad y un paisaje que os va sorprender muy gratamente. Y, además, nos queda a un paso de casa, ya que esta población de la Comarca Campo de Borja se encuentra a menos de 70 kilómetros de Zaragoza. ¿Os animáis? Seguidnos en este viaje a Fuendejalón porque no os va a defraudar la experiencia.
Para empezar porque cualquier viaje a la Comarca Campo de Borja proporciona una de las imágenes más icónicas de la provincia de Zaragoza, ni más ni menos que el perfil inconfundible del Moncayo, que por supuesto también es visible desde Fuendejalón.
Una vez que lleguéis a esta localidad, situada a más o menos un cuarto de hora de la capital comarcal, buscad un aparcamiento y prepararos para dar un paseo por sus calles. Unas calles que funden una larga historia y las tradiciones añejas que han llegado hasta nuestros días, sobre todo en lo referente a la jota y al vino, no podía ser de otro modo al encontrarnos al ser Fuendejalón un pueblo rodeado por las viñas de la DO Campo de Borja y donde no faltan bodegas de primer nivel, como es el caso de Bodegas Aragonesas. Pero de eso os vamos a hablar un poquito más adelante. Ahora toca conocer un poco de la historia y el arte local.
De todo el patrimonio de Fuendejalón destaca la iglesia de San Juan Bautista por su volumen y su imponente presencia. Es un templo de piedra, gótico y con una torre mudéjar bastante sencilla. Si tenéis ocasión no os conforméis con verla solo por fuera, entrada a su interior. Ahí os espera una única nave cubierta por una bóveda estrellada. Y además le tenéis que echar un ojo a sus pinturas al fresco y al retablo mayor que relata la vida del santo que da nombre la iglesia, o sea, el Bautista.
Y el otro gran monumento de Fuendejalón es la Ermita de la Virgen del Castillo, situado en otro alto de la población donde antaño hubo un castillo. Por cierto, que no os engañe lo de ermita porque su tamaño es ciertamente respetable así como el valor del arte que atesora en su interior. En especial, las pinturas que decoran su cúpula y gran parte de sus techos.
Estos son los dos grandes edificios que hay que ver en Fuendejalón, pero todavía hay más cosas interesantes. Por ejemplo, la Casa de Cultura, que está enfrente del Ayuntamiento y justamente en la calle que une los dos templos. Y también durante el paseo hay que llegar hasta el Monumento a la Jota donde dos mozos, chica y chico, simulan cantar. Al fin y al cabo, estamos en tierra de joteros y los vecinos quisieron honrar el folklore local.
Además al caminar por Fuendejalón descubriréis las puertas de las típicas bodegas que se hunden en el subsuelo de la población. Pequeñas bodegas particulares donde se ha elaborado vino desde hace generaciones al modo más artesanal y donde las familias se han reunido para celebrar los acontecimientos festivos. En este sentido, la bodega del Churro siempre ha sido carismática e incluso se transformó en un peculiar museo sobre el vino.
No obstante, si se habla de vino en Fuendejalón entonces hay que mencionar las Bodegas Aragonesas, cuya sede se encuentra precisamente a la salida del pueblo con dirección a Magallón. Son unas bodegas modernas, muy productivas y también visitables. Eso sí consultad su página web para reservar la visita con cita previa.
Merece la pena que lo hagáis ya que las Bodegas Aragonesas son un magnífico exponente del vino con Denominación de Origen Campo de Borja, en cuya producción predomina la uva carismática de esta parte de Aragón: la garnacha, que es la gran estrella de los viñedos del entorno.
Reservad la visita guiada a Bodegas Aragonesas, así conoceréis como hacen sus vinos y también los podréis degustar, ya que el itinerario concluye con una agradable cata de sus caldos. Y por supuesto tendréis la ocasión de llevaros alguna que otra botella para después recordar esta visita en casa. Lo difícil será elegir qué botellas llevaros, ya que tenéis muchas que elegir. Tenéis tintos, rosados, blancos, dulces. Y tenéis muchas etiquetas entre las que optar: Azzulo, Fagus, Coto de Hayas, Aragus, Nabulé y otros más. Un consejo, degustadlos con calma, dejaros aconsejar y no os quedéis sólo con uno. ¡En la variedad está el gusto! Llevaros varias botellas, porque siempre hay cosas que festejar y un buen vino de Fuendejalón nunca falla.
DÓNDE ALOJARTE EN FUENDEJALÓN:
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