En el primer cuatrimestre del año se han registrado 15.231 donaciones de sangre en Aragón, un 6,64% más que en el mismo periodo de 2023
En el primer cuatrimestre del año se han registrado 15.231 donaciones de sangre en Aragón, un 6,64% más que en el mismo periodo del año anterior. Además, se ha incrementado la demanda de sangre de los hospitales (hematíes, plasma y plaquetas) debido al aumento de la actividad sanitaria. Así lo ha manifestado la directora gerente del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, Rosa Plantagenet-Whyte.
Estos incrementos en las donaciones de sangre se han producido gracias al fomento de diversas acciones. Por ejemplo, se ha incorporado una pestaña en la aplicación de Salud Informa como un “agente de salud” que ayuda a visibilizar esta acción; o se ha firmado un convenio con extender la cultura de la donación de sangre entre las pequeñas y medianas empresas del territorio. También se ha impulsado de una manera más determinante la concienciación de la donación con marketing social, promoción y campañas en redes sociales adaptadas a los nuevos tiempos.
“Sin sangre se para la Sanidad”
Aragón requiere una media de 200 donaciones de sangre al día para cubrir las necesidades asistenciales. En estos requerimientos se incluyen transfusiones destinadas a pacientes de cirugías mayores, heridos por accidentes de tráfico, de montaña, enfermos de procesos hematológicos, pacientes tratados con quimioterapia o con radioterapia, que ven afectada la serie hematológica, o enfermos en cuidados paliativos, entre otros.
“Sin sangre se para la Sanidad” es la frase que ha utilizado Rosa Plantagenet-Whyte para resumir las donaciones de sangre. La gerente ha elogiado la generosidad y el altruismo de los donantes, de quienes ha dicho que “son corresponsables de la Sanidad y de la gestión sanitaria” y los ha calificado de “indispensables, insustituibles e imprescindibles”. “Si no donan, no hay sangres”, afirma.
De cada donación, que es siempre personal y altruista, se obtiene una bolsa de unos 450 o 460 mililitros, líquido que tiene una caducidad. No se pueden recoger excedentes, lo que exige una gestión compleja del estocaje para que siempre haya reservas suficientes. Rosa Plantagenet-Whyte ha explicado que hay momentos más complejos de suministro, como pueden ser los periodos vacacionales, cuando baja el número de donantes, pero no la demanda de sangre. “El manejo del stock y su equilibrio es complicado debido a que los hemoderivados obtenidos caducan: en 7 días las plaquetas; en 42 días los hematíes y el plasma tiene una caducidad de hasta 3 años congelado”, ha explicado la responsable sanitaria.
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