Organizar tus finanzas y ahorrar desde joven no solo es posible: es la mejor forma de alcanzar tus metas sin renunciar al presente
Ahorrar suena a algo que uno empieza a hacer cuando tiene una hipoteca, hijos o un sueldo fijo. Pero la realidad es que cuanto antes se empiece a gestionar el dinero con cabeza, más fácil será alcanzar metas, sean grandes o pequeñas, sin sobresaltos.
Entre gastos imprevistos, compras por impulso y el miedo a perderse planes, organizarse parece complicado. Sin embargo, adoptar buenos hábitos financieros desde joven no solo es posible, sino necesario.
Una de las principales barreras a la hora de ahorrar tiene que ver con la psicología: muchas personas priorizan el ahora sobre el largo plazo. Es lo que se conoce como el sesgo del presente y afecta especialmente a quienes no tienen una planificación clara.
Acumular pequeños gastos o no prever imprevistos acaba minando la capacidad de ahorro. La solución no pasa por dejar de gastar, sino por hacerlo de forma más consciente.
Planificar es la clave
Tener un plan, aunque sea básico, puede marcar la diferencia. Por ejemplo:
- Establecer un objetivo concreto: un viaje, un máster, el alquiler de un piso…
- Apartar una cantidad fija cada mes, de forma automática, para evitar la tentación de gastarla.
- Controlar los límites de gasto para tener una visión clara de lo que se consume.
Hay métodos de ahorro sencillos que se adaptan al ritmo de vida actual: desde redondear pagos para guardar la diferencia hasta separar el dinero según objetivos.
Diversifica tus herramientas
No todo consiste en guardar dinero “debajo del colchón”. Existen distintos productos financieros para ahorrar, diseñados para perfiles distintos: desde quienes prefieren tenerlo todo en una sola cuenta hasta quienes dividen sus metas en varios apartados o quieren controlar el gasto diario a través de herramientas específicas.
Por ejemplo, las tarjetas prepago permiten gastar solo el dinero que hayas cargado previamente, lo que ayuda a controlar el presupuesto diario o semanal sin sorpresas.
También existen cuentas pensadas para facilitar el ahorro: desde herramientas para crear objetivos personalizados con una Cuenta Metas, hasta soluciones orientadas específicamente al público joven, como cuentas para jóvenes con condiciones adaptadas a esta etapa vital.
Automatizar el ahorro también es posible con otras alternativas como los planes de ahorro sistemático.
Para quienes tengan trabajo o ingresos fijos, puede ser muy interesante domiciliar la nómina en una cuenta remunerada con la que conseguir un extra de dinero.
Elegir la opción adecuada depende del estilo de vida y la frecuencia con la que se quiere acceder al dinero. La clave está en informarse bien y elegir con criterio.
¿Cuánto necesitas ahorrar al mes? Haz cuentas
Poner un objetivo concreto facilita mucho el proceso. Herramientas como este simulador te permiten calcular cuánto deberías guardar cada mes para alcanzar tu meta en el plazo que te propongas.
También es útil tener en cuenta que muchas entidades ofrecen funcionalidades digitales que facilitan el seguimiento del ahorro, permiten crear “subcuentas” según el objetivo o incluso abrir una cuenta 100% online.
Artículo en colaboración con Ibercaja
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