¿Cuántas veces decimos que a tal o cual sitio se va por la carretera de Castellón? La tomamos infinidad de veces para ir hasta algunas comarcas zaragozanas y turolenses como la Ribera Baja del Ebro o la del Matarraña
Al igual que salimos por la A-68 para visitar monumentos emblemáticos como el Monasterio de Rueda o la Colegiata de Alcañiz; por no hablar de que la carretera de Castellón es una ruta perfecta para acercarnos hasta el Mediterráneo y disfrutar de sitios como el Delta del Ebro o Peñíscola
Pero en cambio, no somos tantos los que usamos la carretera de Castellón para llegar hasta la ciudad de la Comunidad Valenciana que le da nombre. Y la verdad es una pena, porque Castellón es digno de conocerse. Si has estado por ahí seguro que nos das la razón, Pero si no has tenido la suerte de visitarlo, oye, ¿a qué esperas? Aquí te vamos a contar qué ver y qué hacer en Castellón.
Para empezar os vamos decir cómo ir a Castellón desde Zaragoza. La mejor forma es en coche, sí o sí. Cualquier otra combinación es menos directa y más costosa. Por otra parte, es evidente que la citada A-68, que luego se convierte en N-232, es la vía más corta. Según Google, 262 kilómetros nos separan, pero también Google estima que se tardan 3 horas y 15 minutos en llegar por ahí. Así que nos da otro camino más largo, 309 km, pero 10 minutos más rápido. Ese camino consiste en viajar por la A-23 hasta Sagunto y desde ahí tomar la A-7 en dirección norte hasta llegar a la capital de La Plana.
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Una vez que hemos llegado, ¿qué hacer en Castellón? Lo primero es decidir donde aparcar. Podéis hacerlo en la ciudad, o si lo preferís en la zona del Grao, o sea, por el puerto y la zona costera. Ambas opciones están bien y podéis ir de una zona a otra en transporte público.
Según a la hora que lleguéis no es mala opción ir directos al Grao. Sobre todo si está cerca la hora de comer. Allí, en las inmediaciones de la plaza del Mar, os espera una de las cosas que sí o sí debéis hacer en Castellón. Nos referimos a buscar un buen restaurante y pedir un arroz. Puede ser una paella de marisco, un arroz banda, uno negro, al horno… el que queráis porque ¡estará estupendo!
Tras eso, hacer la digestión con un paseo frente al mar para llegar al puerto pesquero, la parroquia de San Pero o el faro del Puerto Azahar. E incluso mirad los horarios para tomar un barco hasta las vecinas islas Columbretes, es una excursión que siempre merece la pena y está muy cerca de la costa.
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Una vez reconocida la zona del litoral, acercaros a la ciudad de Castellón, la cual está unos pocos kilómetros al interior. Por cierto, si vais en coche, no os importe hacer antes una parada en la Ermita de Nuestra Señora de Lledó. Un templo muy popular que antaño estaba a las afueras, pero ahora ya ha quedado prácticamente embebido por la urbe. Eso sí, guarda todo su entorno plagado de naranjos y elegantes adornos con la colorida cerámica local.
Y ahora ya sí, por fin, llegamos el centro de Castellón. Por suerte, no es excesivamente grande, así que todo es visitable caminando. Los distintos puntos de interés quedan a un paso unos de otros. Y si consideráis que alguno está un poquito lejos, siempre está la opción de entrar a tomar algo en las tascas típicas castelloneses.
El punto hacia el que dirigirnos para comenzar es la plaza Mayor. No tiene pérdida. Es el sitio más monumental, el lugar que hay que ver en Castellón. Allí os aguarda la Concatedral de Santa María, un imponente templo de aspecto gótico, si bien la iglesia que hoy veis es fruto de una reconstrucción íntegra que se llevó a cabo tras los graves daños que sufrió en la Guerra Civil.
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Lo que resistió aquella contienda fue el campanario, y es que está separado de la catedral. De ahí su nombre de El Fadrí, que podemos traducir como “el soltero”. Si no tenéis vértigo subir a su mirador a unos 60 metros de altura. Las vistas os sorprenderán.
Y sin salir de la plaza Mayor también se contempla el Ayuntamiento, el Mercado Central y la peculiar Lonja del Cáñamo, cuya arquitectura barroca ahora se encuentra transformada en centro cultural para las actividades que programa la Universidad Jaume I.
Sin duda, la plaza Mayor es el epicentro turístico de la ciudad, pero hay más lugares que ver en Castellón. Seguid caminando y no muy lejos está la plaza de la Pau con el elegante Teatro Principal en su perímetro. Y un paso más allá os aguarda otra plaza, ahora la de la Puerta del Sol, donde está el Casino Antiguo.
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Desde aquí seguid caminando por las calles más animadas y comerciales del centro. Están las de Enmedio, Colón, la calle Mayor o la de Caballeros. Pero si lo vuestro no son las tiendas de toda esta zona, guiaros por las indicaciones hasta el tranquilo Parque Ribalta o bien buscad la calle Barraques, donde disfrutaréis de una de las costumbres más sabrosas de la ciudad: tasquear.
¿Os animáis a visitar Castellón? Esperamos que sí. Está a unas tres horas de Zaragoza, así que es un buen destino para una escapada de fin de semana hacia la costa.