Garnacha Centenaria, Fagus, Galiano, Aragonia… todas estas conocidas marcas de vino, que se encierran bajo la gama Coto de Hayas y que has probado en más de una ocasión, tienen nombre y apellido: Bodegas Aragonesas
Sus vinos son, sin duda, su mejor carta de presentación, pero también su localización, extensión y su variedad reina, ya que es lo que les proporciona identidad y los hace únicos. Bodegas Aragonesas se encuentra situada a las faldas del Moncayo y cuenta con la mayor extensión de viñedo viejo de garnacha del mundo. Es una de las grandes embajadoras y responsables de que el vino de Aragón, y sobre todo la garnacha, haya traspasado fronteras.
Esta bodega, situada en Fuendejalón, inició su andadura en 1984, pero su historia comenzó en el año 1145 cuando los monjes cistercienses del Monasterio de Veruela empezaron a cultivar su afamada variedad: la garnacha.
Con este valioso legado, ¿cómo no van a ser reconocidos sus vinos en los más prestigiosos certámenes del mundo? Precisamente, en lo que llevamos de año ya han obtenido numerosos premios entre los que destacamos el nombramiento de Solo Centifolia 2020 como el mejor rosado de Aragón, al obtener una medalla de oro en la primera edición de la Selección de Vinos Rosados del Concurso Mundial de Bruselas, y de Solo Tirio Syrah 2020 como uno de los mejores vinos de España, al recibir recientemente un Gran Baco de Oro otorgado por la Unión Española de Catadores.
Con más de 3.500 hectáreas, Bodegas Aragonesas cuenta con siete millones de cepas, unas cifras que determinan su dimensión y capacidad. Las uvas, procedentes en gran medida de viñas centenarias y algunas prefiloxéricas, son muy apreciadas porque tienen muy poca producción -algunas apenas llegan a un kilo por cepa-.
Este 2021, Bodegas Aragonesas está viviendo un momento histórico gracias a iniciativas como la construcción de su nuevo espacio «Terroir-Garnacha», con el que quieren satisfacer la creciente demanda del mercado actual.
Con una superficie de 6.700 metros cuadrados y una inversión de 7,5 millones de euros, las instalaciones albergan nuevas oficinas, la tienda, salas expositivas y aumentarán en un 80 % la zona de crianza.
Las nuevas instalaciones modernas, versátiles y rompedoras marcan un antes y un después en la forma de trabajar, de entender y de vivir el vino en Bodegas Aragonesas. Un lugar único en la zona e integrado en la naturaleza, que gira en torno a su producto estrella: la garnacha. El edificio se ha construido bajo criterios de sostenibilidad y cuenta con una instalación fotovoltaica que les permite generar un 30 % de su consumo.
Con este nuevo proyecto, Bodegas Aragonesas mira al futuro, se adapta a los nuevos tiempos y se reinventa, pero manteniendo siempre la esencia de ser «expertos en garnacha».
Bodegas Aragonesas exporta a medio centenar de países del mundo.
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