Andresa Casamayor es la primera mujer de ciencia española de la que se conserva obra publicada, aunque oculta bajo un pseudónimo masculino
Hace unos días os hablábamos de “40 ilustres de Aragón“, la nueva página web que ha elaborado el Gobierno de Aragón. Se trata de un sitio online que conmemora el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía aragonés y, por ello, han dedicado cuarenta posts a los personajes más ilustres de nuestra comunidad autónoma. Por este motivo, vamos a hablaros sobre todos ellos basándonos en su información. Hoy será el turno de Andresa Casamayor.
Nacida a orillas del Ebro en 1720, nuestra ilustre de hoy fue una de las mayores de nueve hermanos, hijos de un padre comerciante. Aragón vivía una de las más florecientes etapas de su historia en cuanto a ciencia. Tras la Guerra de Sucesión y la llegada de los Borbones, las ideas ilustradas se abrieron paso. Una corriente que defendía acudir a la razón, la ciencia y la educación para impulsar el progreso económico y mejorar la sociedad.
No todo el mundo aceptó estas ideas, pero la familia de Andresa Casamayor sí y, aunque parezca raro para la época, nuestra ilustre recibió una esmerada formación. Un hecho insólito para una mujer en la España de su tiempo. Eso sí, no había colegios femeninos y los mixtos eran impensables, por lo que las chicas solo recibían nociones de doctrina católica y labores domésticas.
OBRA
Andresa Casamayor alcanzó un admirable nivel en las ciencias matemáticas y trabajó en complejos cálculos aritméticos para abrir nuevas vías de investigación. Antes de cumplir los dieciocho años, lanzó su primer libro, pero este solo explicaba de forma muy sencilla las operaciones más básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir.
Existían ya otras publicaciones con el mismo tema, pero su forma de explicarlo era más sencilla. Además, aportaba ejemplos de la vida real en ámbitos como el comercio, la agricultura y la ganadería. Eso sí, tuvo que firmar el texto con un nombre masculino, Casandro Mamés de la Marca y Araoia. Era impensable en la época que una mujer escribiese un libro de matemáticas.
Al poco tiempo de editar su libro, falleció su padre y su familia naufragó en un mar de deudas. No buscó matrimonio ni se marchó a una iglesia, sino que decidió trabajar. Una excepción a la norma. Fue maestra de niñas en colegios públicos a cambio de un modesto sueldo.
Escribió otra obra, que se perdió, de matemática superior. Solo la pudieron leer algunos eruditos y curiosos, que la alabaron. No se sabe mucho más sobre Andresa Casamayor; los sabios de su tiempo dedicaron escasas pero elogiosas líneas hacia ella. Disfrutó del saber y de su difusión en una época en la que ambas actividades estaban vetadas al sexo femenino. Aún así, se trata de la primera mujer de ciencia española de la que se conserva obra publicada.
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Imagen principal e información extraídas de la web de 40 ilustres de Aragón