Ana Abarca de Bolea: entre el recogimiento y la excelencia literaria - Enjoy Zaragoza
close

Ana Abarca de Bolea: entre el recogimiento y la excelencia literaria

15_abarca

Ana Abarca de Bolea, abadesa del monasterio de Casbas, mantuvo una vida rodeada de círculos intelectuales y culturales aragoneses

Hace una semana os hablábamos de “40 ilustres de Aragón“, la nueva página web que ha elaborado el Gobierno de Aragón. Se trata de un sitio online que conmemora el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía aragonés y, por ello, han dedicado cuarenta posts a los personajes más ilustres de nuestra comunidad autónoma. Por este motivo, vamos a hablaros sobre todos ellos basándonos en su información. Hoy será el turno de Ana Abarca de Bolea.

Nuestra ilustre de hoy nace en el seno de una influyente familia de la nobleza aragonesa afincada en Zaragoza, Huesca y Siétamo. Hija del escritor, humanista y poeta Martín Abarca de Bolea y de Ana de Mur, fue enviada al monasterio cisterciense de Santa María de la Gloria en Casbas. Se trataba de una prestigiosa escuela femenina donde recibió una esmerada educación religiosa y humanística.

Tras la muerte de sus padres cuando era adolescente, profesó como monja de clausura desde los veintidós años. Ana Abarca era una mujer autodidacta y erudita, interesada siempre por aprender y ocupar de forma creativa su tiempo libre.

Cerca de los 40 años, inicia contactos muy interesantes con círculos culturales e intelectuales de Zaragoza y Huesca. Es el momento en el que comienza a presentar composiciones propias a certámenes literarios. Por ejemplo, obtuvo el tercer premio en uno realizado en 1646 por el fallecimiento del hijo del rey Felipe IV.

Algunos de los personajes con los que se relaciona son el erudito Vincencio Juan de Lastanosa; Baltasar Gracián, del que ya os hablamos; el canónigo de la catedral de Huesca, Manuel de Salinas; el poeta Francisco de la Torre; o el historiador fray Jerónimo de San José.

Obra

En 1650, su sobrino Luis Abarca de Bolea promovió un certamen de poesía con motivo de la boda entre Felipe IV y Mariana de Austria. Su poema sobre la Purificación de la Virgen obtuvo el segundo premio. Además, se incluyó en Vigilia y Octavario de San Juan Bautista

Cinco años más tarde, se publica en Zaragoza su primera obra: Catorce vidas de la orden del Císter. Durante esos años mantuvo una crónica reseñando los acontecimientos sucedidos en el convento. En 1671 se publica Vida de la gloriosa Santa Susana Virgen y Mártir. A modo de curiosidad, parece ser que en paralelo estaba preparando otros textos dedicados a la Virgen de Gloria y a san Félix de Cantalicio que no llegaron a publicarse y cuyos manuscritos han desaparecido.

Casbas

Entre 1672 y 1676, Ana Abarca fue abadesa del monasterio de Casbas. Un cargo importante que implicaba la dirección espiritual y la gestión de una enorme propiedad. En 1679 publica su obra más creativa: Vigilia y Octavario de San Juan Bautista. Se trata de un libro que contiene textos de géneros muy variados en prosa y en verso.

Ya anciana, en sus últimos años, tuvo la satisfacción de ver terminado el retablo barroco de la Virgen de Gloria costeado por ella. No se tiene constancia exacta de su fallecimiento, pero parece que se produjo en torno a 1686.

PINCHA AQUÍ PARA DESCUBRIR LOS 40 ILUSTRES DE ARAGÓN

Imagen principal e información extraídas de la web de 40 ilustres de Aragón